viernes, 26 de febrero de 2016

Reflexión: Arrogancia.

Arrogancia. 



Hacia finales del Siglo XVIII, Jane Austen escribía sobre el estado de la sociedad inglesa de su época, de la posición de la mujer y de como funcionaba el sistema. Décadas más tardes, Charles Dickens escribía a su vez con una aguda critica social a lo que estaba ocurriendo en la Inglaterra de la revolución industrial, los abismos de desigualdad social que se daban y las poco éticas leyes de pobres, según las cuáles la pobreza era algo natural. Si, a veces cuesta creerlo, pero se pensaba que la pobreza era un estado natural y que, de una forma u otra, los hijos de los pobres estaban destinados a ser pobres. Un ciclo de lo más amargo.